BAYTOWN, TX — Mientras ExxonMobil avanza en la reautorización del permiso de operación federal para su enorme complejo petroquímico en el área de Houston, los residentes siguen frustrados con la brecha de accesibilidad y divulgación en español por parte del estado y la compañía.
Sobre la mesa está la aplicación del permiso de ExxonMobil para su planta de Olefinas de Baytown, que debe ser aprobado por la Comisión por la Calidad Ambiental de Texas (TCEQ por sus siglas en inglés) cada cinco años para que la planta continúe operando.
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La planta de olefinas— que produce 10 mil millones de libras de productos petroquímicos anualmente — es parte del complejo petroquímico de Exxon en Baytown, que incluye la tercera refinería más grande del país. La renovación ha sido impugnada por residentes y activistas preocupados por la contaminación y por los 12 trimestres consecutivas de violaciones de la Ley del Aire Limpio por parte del complejo de ExxonMobil en Baytown. Si se aprueba, el permiso permitirá que el complejo industrial opere durante los próximos cinco años.
Además de la contaminación, los residentes han expresado su preocupación por el acceso de la comunidad a la información sobre reuniones y permisos, especialmente para los residentes hispanohablantes. El censo de los Estados Unidos estima que el 52,2% de la población de Baytown es latina y el 44,8% del condado de Harris habla español. Esa tasa es mayor en las comunidades que bordean a la industria en el Canal de Navegación de Houston, y alcanza hasta un 68% en algunas localidades.
En la noche del 6 de mayo hubo una reunión pública, la segunda en varios meses, para que los miembros de la comunidad hicieran llegar sus comentarios o preguntas a ExxonMobil o a la TCEQ.
En la primera reunión, los residentes de la comunidad expresaron su preocupación porque el aviso de la reunión no se publicó en español en el sitio web de la TCEQ. La abogada de la TCEQ, Amy Browning, dijo que precisamente la nueva convocatoria se debió a que la agencia no había “publicado (el aviso de la reunión) en español electrónicamente”.
Además de que el aviso original de la reunión no fue publicado en español, Deyadira Arellano, representante de Texas Environmental Justice Advocacy Services, o TEJAS, señaló que en ambas reuniones las diapositivas de Exxon relacionadas con las operaciones de su planta no estaban traducidas al español. En la reunión de esta semana, Exxon se acercó a ella en el período de descanso y ofreció enviar diapositivas en español a su correo electrónico. Sin embargo, Arellano dijo que su frustración se dirige a la TCEQ.
Deyadira Arellano, TEJAS.
Crédito: Cami Ferrell/EHN
“La TCEQ debería tener por anticipado estos materiales”, dijo Arellano. “Es importante garantizar que los esfuerzos de participación sean significativamente inclusivos y accesibles para toda la comunidad”.
El gerente de asuntos públicos y gubernamentales de Exxon, Aaron Stryk, dijo que están “trabajando continuamente para mejorar sus comunicaciones en español” y que existen actualizaciones de información relacionada con Baytown en inglés y en español.
La TCEQ publica todos los comentarios públicos y aborda cada uno de ellos durante el proceso de concesión de permisos. Las personas que hablan inglés tienen acceso a una interfaz digital de comentarios 24/7 para comentar sobre el permiso mientras el período de comentarios está abierto. Sin embargo, la TCEQ no proporciona herramientas de accesibilidad a los hispanohablantes para ayudarles a navegar por la interfaz en inglés. Muchos tienen que optar por comentar en persona o enviar sus comentarios por correo y luego tener sus comentarios traducidos o interpretados, de acuerdo con el abogado de la TCEQ Christyn Cavasos.
TEJAS ha abogado durante mucho tiempo por una mejor accesibilidad de la TCEQ para los hispanohablantes. La agencia estatal tiene un historial de descuidar a las comunidades latinas y de habla hispana en su divulgación, incluyendo información importante sobre el monitoreo de la contaminación del aire.
El permiso se someterá a una fase de revisión si se considera necesario después de que los comentarios hayan sido finalizados. Tras la revisión, la TCEQ presentará el permiso a la EPA, que dispone de 45 días para rechazarlo. Si procede, las emisiones deberán cumplir la nueva normativa federal.